Migueluz

Flecha sin blanco, volando sin tino. Volar será mi blanco, mi destino eterno en el instante del camino. Saeta de Zenón, quieta en el aire, sin herir ni caer, sin dar en otra parte. La luz ha visitado la entraña de tiniebla. Del centro de la peña y de oculto hontanar mana el agua más viva. En los íntimos senos de la carne de sombra de la fruta, en su semilla, laten la luz y su hoja verde. En el hondo metidas, se estremecen en ellas los callados murmullos y los músicos vuelos, las decidoras brisas, las distancias de aromas, y el ímpetu a los cielos tembladores... con su arboleda: lo vivo del misterio de la flor que se mustia: la sazón eternal, la siempre viva paz de Dios. ¡Bendito sea!

Autor: Agueda Pizarro

Precio: $25,000