Necrosis

No hay autócrata bueno, en especial los que andan armados. Acabar con el amor en todas sus expresiones por parte del tirano, instauró una política criminal que sabía de antemano que se enfrentaba a un pueblo hecho hermandad. El opresor, no solo acabó con esos a los que él llamó escoria, también expandió su virus como un cáncer al resto del continente, inoculando odio y tristeza. Un dictador enfermo, solo entiende el concepto social de equidad cuando sus oprimidos buscan la muerte como último recurso digno. Los presos, viudas, huérfanos y los miles de esclavos que aún se marchitan en medio de la indolencia universal, también esperan una sentencia fatal. Sostener una farsa por más de medio siglo, obedece a una estrategia dialéctica donde los idiotas reclutados, ofician como íconos de una retórica que trasgrede los Derechos Humanos. El modelo implantado, benefició a su séquito de aduladores que en su triunfalismo se envilecieron viendo a sus hermanos prostituirse y terminar de méndigos. Al final, todos quedaron anulados, incluso el asesino decrépito que en su filantropía figuró en Forbes.

Autor: Miguel Ángel Castilla Camargo

Precio: $36,000