Las estatuas de agua

Beeklam es un misántropo solitario que vive en un sótano de Ãmsterdam rodeado de estatuas. Son sus estatuas de agua, habla con ellas y evoca los recuerdos de su vida: una infancia perdida y la dependencia de un padre que un buen día, por fin, decidió abandonar para irse a comprar las estatuas con las que ahora pasa las horas. No está solo del todo, en realidad: comparte el exiguo espacio de sus silencios con Victor, su criado, con el que tiene una especial afinidad, quizá porque le recuerda a Lampe, el también extraño sirviente de su padre: todos ellos son figuras que han renunciado a una parte significativa de la vida, tanto en experiencias como en relaciones, y sobre todo en lo que se refiere al consumo y utilización del tiempo. Son personajes terminales, que han empezado tarde a vivir y a los que ya sólo les queda morir. Beeklam sale poco de su refugio, normalmente de noche, y una de esas escapadas será, un buen día, la definitiva. Dejará atrás sus estatuas en su «fortaleza de la soledad» y acabará recalando en un pabellón vecino a una escollera en el que vive Katrin, la mujer completamente opuesta —y complementaria— a sus deseos: ella es joven, casi infantil, apenas ha empezado a vivir, es un extraño reflejo de un mundo paralelo.

Autor: Fleur Jaeggy

Precio: $75,000