Epítome de armonia tonal

La palabra 'epítome', que ya hace parte de ese extremo diccionario de palabras olvidadas, ha cautivado por su sonoridad armoniosa desde la época bien lejana cuando se leían en el colegio los epítomes de historia universal, vale la pena redimirla nombrando un texto de armonía musical. Igualmente, que su significado apunta con mayor propiedad al objeto de este estudio que su sinonimia 'resumen' o 'compendio', como quiere la RAE.Este trabajo, en efecto, no pretende ser un tratado y mucho menos sustituirse a los muchos y muy eruditos que existen en las bibliotecas especializadas. El lector encontrará al final una extensa bibliografía con la que puede profundizar en cualquiera de los temas de esta suerte de vademécum armónico-tonal. La intención ha sido poner al alcance de los estudiantes de música una herramienta concisa y breve de consulta rápida y fácil que pueda absolver los conceptos fundamentales de la armonía tonal.Muchos de los tratados que circulan en la academia abordan el estudio de la armonía partiendo de un concepto cercano a la convicción religiosa según el cual la tonalidad es lo 'natural', algo que preexiste a toda música y a lo que debiera someterse cualquier música que pretenda existir. Esta mística explica por qué se encuentra uno, en algunos de estos venerables tratados, con capítulos que se titulan: 'armonía artificial', 'notas extrañas a la armonía', 'armonía alterada', y otras piedras preciosas e diferentes quilates. En lugar de elaborar un catálogo de reglas para que el estudiante conozca y evite lo que está 'prohibido', es más sensato mostrar unos procedimientos positivos, mediante los cuales se garantiza un tejido que responde a la lógica interna de la tonalidad; lógica que existe en un contexto histórico muy preciso y que se puede resumir en la pareja: tensión-equilibrio, donde la tensión está representada por las relaciones inestables(acordes disonantes) que buscan resolución de estabilidad y el equilibrio de la consonancia.Este trabajo, en efecto, no pretende ser un tratado y mucho menos sustituirse a los muchos y muy eruditos que existen en las bibliotecas especializadas. El lector encontrará al final una extensa bibliografía con la que puede profundizar en cualquiera de los temas de esta suerte de vademécum armónico-tonal. La intención ha sido poner al alcance de los estudiantes de música una herramienta concisa y breve de consulta rápida y fácil que pueda absolver los conceptos fundamentales de la armonía tonal.Muchos de los tratados que circulan en la academia abordan el estudio de la armonía partiendo de un concepto cercano a la convicción religiosa según el cual la tonalidad es lo 'natural', algo que preexiste a toda música y a lo que debiera someterse cualquier música que pretenda existir. Esta mística explica por qué se encuentra uno, en algunos de estos venerables tratados, con capítulos que se titulan: 'armonía artificial', 'notas extrañas a la armonía', 'armonía alterada', y otras piedras preciosas e diferentes quilates. En lugar de elaborar un catálogo de reglas para que el estudiante conozca y evite lo que está 'prohibido', es más sensato mostrar unos procedimientos positivos, mediante los cuales se garantiza un tejido que responde a la lógica interna de la tonalidad; lógica que existe en un contexto histórico muy preciso y que se puede resumir en la pareja: tensión-equilibrio, donde la tensión está representada por las relaciones inestables(acordes disonantes) que buscan resolución de estabilidad y el equilibrio de la consonancia.Muchos de los tratados que circulan en la academia abordan el estudio de la armonía partiendo de un concepto cercano a la convicción religiosa según el cual la tonalidad es lo 'natural', algo que preexiste a toda música y a lo que debiera someterse cualquier música que pretenda existir. Esta mística explica por qué se encuentra uno, en algunos de estos venerables tratados, con capítulos que se titulan: 'armonía artificial', 'notas extrañas a la armonía', 'armonía alterada', y otras piedras preciosas e diferentes quilates. En lugar de elaborar un catálogo de reglas para que el estudiante conozca y evite lo que está 'prohibido', es más sensato mostrar unos procedimientos positivos, mediante los cuales se garantiza un tejido que responde a la lógica interna de la tonalidad; lógica que existe en un contexto histórico muy preciso y que se puede resumir en la pareja: tensión-equilibrio, donde la tensión está representada por las relaciones inestables(acordes disonantes) que buscan resolución de estabilidad y el equilibrio de la consonancia.En lugar de elaborar un catálogo de reglas para que el estudiante conozca y evite lo que está 'prohibido', es más sensato mostrar unos procedimientos positivos, mediante los cuales se garantiza un tejido que responde a la lógica interna de la tonalidad; lógica que existe en un contexto histórico muy preciso y que se puede resumir en la pareja: tensión-equilibrio, donde la tensión está representada por las relaciones inestables(acordes disonantes) que buscan resolución de estabilidad y el equilibrio de la consonancia.

Autor: Guzmán Naranjo Alberto

Precio: $24,000